Neko

miércoles, agosto 30, 2006

¡Qué raro vino el nene!

Como habrán notado los observadores, Nico ha vuelto al refugio ayer. Yo, por mi parte, prácticamente no lo vi. Llegó, sí, con cara de cansado, trayendo unos bolsos enormes llenos de cosas. Me pasó un paquete que mandaba mi abuelita y se fue con todos los bártulos a su cuarto- ahora ocupado por el Vengador.
Discutieron y al final el VS salió. Como era de mañana, hablé con él y lo convencí de que lo dejara descansar a Nico durante el día y más tarde arreglábamos lo de los cuartos. Estuvimos viendo culebrones mexicanos todo el día, porque no había nada que hacer -tenemos todo limpio y ordenado, ¡es que nos pusimos las pilas el fin de semana!- pero Nico no salió. A la nochecita me puse a preparar arroz y ensalada de zanahorias (y, si, con lo rudimentario de nuestra cocina y las limitaciones materiales, no me voy a esmerar demasiado en mejorar mis capacidades culinarias) y mientras Krrgk buscaba albahaca en el jardín de invierno -no se cómo se usa la albahaca en las comidas, la mandé a hacer algo para que se dejara de hinchar- oí unos pasos livianos y me di vuelta como para recibir alegremente a mi amigo Nico.
Pero era el Vengador.

Bueno, no es que me moleste, pero Nico me tiene preocupada. ¿Tan cansado estaría? Hoy ya hace un día que llegó.
Margarita, que como toda mascota, presiente el humor de sus dueños, está como inapetente.

lunes, agosto 28, 2006

El hijo pródigo

Y sí... Nico se arrepintió... se cansó de ese mundo hostil del exterior... y planea volver.
Y sí, tuvo que darse cuenta de que la cosa está que arde ahí afuera. Sobrevivir es siempre una odisea, y yo acá como Penélope, destejiendo sueños al anochecer...
Pero finalmente vuelve, el muchacho vuelve y acá todos esperamos que se traiga algo de comer y los repuestos para el horno, que sigue sin funcionar.
Nos estuvimos arreglando con esas hornallitas pero las posibilidades son muy limitadas. El Vengador con una hamburguesa de caja se conforma, pero yo ya ansío algo más elaborado, un pastel de papa, qué se yo.
Bueno, Nico, aquí te esperamos.

domingo, agosto 20, 2006

Quesesto??

Recibimos la siguiente imagen de Nicolás:






¿¿Qué está haciendo este chico en la superficie??

lunes, agosto 14, 2006

"(...)pedile al VS que corra sus camperas de MI placard y fijate que una de las lajas que forman la pared del placard se mueve. Bueno, sacala del todo y vas a ver que la pared era de mentira, abri la puerta y espero que en ese galponcito encuentres todo lo que necesitas. :)"

Y bueno, después de la pelota que nos dejó picando Nicolás en su comentario, tuvimos que poner manos a la obra. Corrimos las perchas, martillamos las baldosas, una se rompió y apareció un hueco... Claro que estaba todo oscuro -lógicamente- y no veiamos qué había del otro lado. No nos animabamos a pasar; yo particularmente temía meterme a oscuras por si era otra puerta transdiemnsional. Después de todo, con una nos alcanza y nos sobra, ¿para qué hubiéramos querido dos? Y lo más importante, ¿de qué nos hubiera servido con el temita del horno?
El Vengador fue a buscar los fósforos y encontramos una bajada
Viendo que era esta una escalera larga y repleta de incógnitas (por ej: ¿sube o baja? sera uno de los misterios no resueltos de esta aventura), decidimos suplantar los fósforos por linternas más grandes, pero como no teníamos improvisamos unas antorchas con paraguas viejos mojados en alcohol etílico -misteriosamente duraron 8 veces más de lo previsto; estimamos habrá sido por la extraña atmósfera del refugio-. Pasamos, medio podridos de tanto misterio en el refugio. Porque hay que ver, la de vueltas que da uno para venirse a vivir debajo de la tierra y terminar de sobresalto en sobresalto igual. Finalmente dimos con el fondo. Galponcito es una forma de decir.

Aún ignoramos de donde salió todo esto y para qué lo tenía Nico en el galponcito. Probablemente haya estado todo ahí, guardado debajo de la tierra quién sabe por cuántos años. Y en medio de tanto barroquismo no encontrábamos nada que nos sirviera con el temita del hormo -primigenia razón para la excursión-. Finalmente encontramos una hornalla vieja y herrumbrada. Y bueno, hasta que cambiemos la cocina nos puede servir.
No, no dimos la espalda a tanto tesoro escondido. Los sillones del living ya estaban hechos bolsa, así que cambiamos todo el juego y quedó pipí cucú. Y yo me llevé un cuadro a mi cuarto, para alegrar el ambiente. Margarita se mostró bastante satisfecha con la decoración. No sabemos si quedarnos con el resto o mandarlo a vender. Tampoco entendemos por qué Nico mantenía todo esto en secreto. Pero lo peor de todo es que ahora tememos que se sume la Sociedad Argentina de Museología a la búsqueda exhaustiva que varias instituciones ya están realizando de nosotros. Como si estuvieramos haciendole mal a alguien. Por ahora por lo menos no.

miércoles, agosto 02, 2006

¡Estamos en el horno!

Víctimas de algún trágico movimiento galáctico energético supraterreno astrolotípico, acontece en el refugio una de las más graves epidemias hasta hoy intoleradas: SE NOS QUEMA LA COMIDA. Toda.
La situación es trágica y compleja; hace ya un par de días que no hay tostada que se salve.
No somos muy exigentes, solo queremos una comida nutritiva, alta en calorías para aguantar el frío. La primera vez pensamos que había sido una mala idea dejar cocinar a Krrgk; al día siguiente, por lo tanto, el Vengador se ocupó del desayuno.
Al ver que también él fracasaba -y con unas cuantas horas de frustración alimenticia encima- me puse furibunda. Comprendan que era cosa de no creer, y el hambre da mal humor. Para colmo estábamos en medio del desafío bizantino y... bueno... yo estaba nerviosa y bastante pendiente. Discutimos; el VS se ofendió y se encerró a ver dibujitos todo el día.
Tuve que ocuparme de la cena y, sabiendo que me había excedido anteriormente, me puse a preparar un pedazo de carne que reservábamos para otra ocasión-no nos trae carne con regularidad la abuelita, no se si por el precio o porque ese novio extraño que se consiguió está tratando de convertirla al vegetarianismo ¡¡hasta tener amigos es un peligro ahí arriba!!-
Y aquí ven, después de sacar lo quemado nos quedó apernas para preparar un sanguchito que dividimos entre los dos, (afortunadamente la alimentación de Krrgk incluye solo carnes blancas, si no se conforma con la ensalada de musgo y hongos que preparamos siempre).
Pero ayer a la tarde realmente nos pusimos tristes; yo quería que merendáramos algo rico, y mi abuelita nos trajo una torta que solo ella prepara bien. La trajo lista, solo faltaba pasarla por el horno, ella dice que es mejor transportar la comida cruda y cocinarla donde uno la va a consumir, para comerla recién hecha. Yo sabía que el resultado de la discusión en DB iba a estar mañana, así que me abstuve de entrar en la página hasta después, sabiendo que mi estado de ánimo -en caso de perder, como efectivamente sucedió- podía perjudicar mi atención sobre la cocción. A eso de las 4 encendimos el horno y, con muchísima prudencia, metimos la torta, despaciiiiiito para que no se aplaste (sabrán ustedes cómo son las tortas de temperamentales, a primer mal golpecito se convierten en galletita). Para qué voy a alargar el relato, aquí está la foto. Lo único que quedó blanquito es esa galleta pedorra de arriba, que tiene no se qué inscripción. Lo bueno es que todavía estaba comestible, pero eso no le quita gravedad al asunto ¡¡estamos en una situación de emergencia!! ¿Qué es lo que pasa? ¿Será el gas? ¿Habrán tomado represalias contra nosotros los de la empresa de gas? ¿O será que nuestro horno tiene algo que facilita la combustión espontánea? ¿Cuánto tiempo aguantaremos a sanguchitos de mortadela? Ni siquiera nos queda queso de barra.

Estas cosas no pasaban con Nico acá. ¿Qué estará haciendo ahí arriba? ¿Por qué no escribe? Nico, si lees esto, por favor comunicate con nosotros, necesitamos saber cómo estás, que andás haciendo... el refugio subterráneo nació por nuestra seguridad, y sin embargo vos quisiste salir, ¡quién sabe todos los peligros por los que estarás pasando!
Y mientras tanto, como si con el corazón estrujado por vos no tuviéramos sufuciente, nos viene a pasar esto con la comida en pleno invierno. Quizás debamos cambiar la cocina, comprarnos una de esas eléctricas que están buenísimas.
Esta noche preparamos guiso de lentejas, ojalá salga pasable, vamos a quedarnos los dos al lado de la hornalla, como para evitar cualquier problema. Y con un balde de agua al lado también, por las dudas. Qué se yo, deséennos suerte.