2º Clase de Poesía Mordaz: la métrica
Si lo extrañan mucho le pueden escribir a su casilla de encuestador, es lasenoranoesta@yahoo.com.ar. Si les responde, diganlén por favor que nos mande por medio de mi abuelita el juego de toallas que tomó prestado, era el único que teníamos.
Ahora, mis estimados, comenzamos con una segunda clase de nuestra ya popular POESÍA MORDAZ.
El día de hoy nos dedicaremos con énfasis y entusiasmo a un tema que ha peinado las canas de más de un burgués erudito: la métrica.
La métrica es siempre un componente esencial de toda composición poética, dada la fuerza rítmica que incorpora a la costrucción semántica. La poesía mordaz, por supuesto, excede los límites de la semántica tradicional, y sobre ese temita les quería hablar porque Nico se ofusca diciendo que le estoy desvirtuando el género con tanto significado chorreando los versículos. Vale aclarar, por lo tanto, que la poesía mordaz es un estilo complejo que necesita de muchísima práctica y elaboración; clase a clase iremos desarrollando distintas técnicas posibles que podrán o no ser adoptadas más adelante por los aprendices pero que son claros pasos a conocer para entender poco a poco la verdadera esencia de este renovador concepto literario.
Pero volviendo a lo que hoy nos ocupa, la métrica es un recurso indiscutible (y hasta diría yo que inevitable) en la poesía moderna contemporánea y también claro en la POESIA MORDAZ.
La longitud del verso, señoritos y señoritas, es las más de las veces un evento accidental pero para nada intrascendente. Veamos un ejemplo:
Erre con erre guitarra
Erre con erre carril
¡Qué rápido ruedan las ruedas
del ferrocarril!
Si observamos con detenimiento cada uno de los cuatro constructos podemos ver que los versos tienen 8, 7, 9, y 5 sílabas respectivamente, y sin embargo los cuatro se dividen fácilmente en 3 grupos fónicos (errecon-erregui-tarra/ errecon-erreca-rril...). Este aporte al ritmo lo produce la singular métrica especialmente preparada por el genio creador para expresar una sensación dinámica, de avance, cual trote calmo pero constante; repítan conmigo "errecon erre, errecon erre" ¿perciben el movimiento? Fijensén que el 3º verso posee, además, una sílaba extra, el "qué", en poesía mordaz llamada "sílaba cuelgue". Esta irregularidad provoca una sensación única de salto, de dispersión momentánea. Estremecedor ¿no es cierto?
Ahora bien, la sucesión verso largo- verso corto produce (y uds ya se habrán dado cuenta) un verdadero efecto sensitivo a travez de la impresión rítmica, pero veámoslo en un ejemplo más claro:
Acote su escote
Despelote
Papelote de nada
Pavada
Totalmente despelotada
Como uds pueden ver, los versos 1º y 3º poseen dos grupos fónicos cada uno(acote-suescote/papelótede-nada), y los versos 2º y 4º solo uno; la primera impresión es de por sí elocuente. La segunda impresión es voluptuosa. A la tercera ya estamos mareados. ¿Notan cómo la realidad se ve de otro color? Bueno, mejor agárrense de la silla.
El quinto verso es el verso desequilibrante, o como nos gusta llamarle dentro del género "traído de los pelos" (segundo concepto clave del día, ¡epa!). Consiste en dos términos largos y resume e contenido metafórico de la estrofa, conteniéndolo y superándo cual síntesis estructural.
Se habrán dado cuenta ya que la poesía mordaz no establece norma alguna en cuanto a la métrica del verso, pero puede apoyarse en ella para lograr efectos completos y estremecedores. En los ejemplos de hoy también pueden encontrar claros ejemplos del uso de la rima con fines mordaces. Clase a clase iremos superando las habilidades adquiridas. Esto promete che.
Ah, Fratttini, Peturra, deben la primera cuota del taller. Dejen de hacerse los vivos que los vamos a hacer pagar aunque más no sea con sudor de su frente. Pero para juntar los litros necesarios van a tener que hacer tanto ejercicio que mejor querrán apurar el efectivo, se los aseguro.