Neko

martes, febrero 28, 2006

Por el derecho a una identidad

La realidad golpeó a nuestra ventana (léase figurativamente, no se usan las ventanas debajo de la tierra) cual pelota de fútbol en cabeza de un caminante ignoto: el gato no tiene nombre. La deliberación fue calurosa, medio gritada y sin resultados.
Así que ya está abierta la recepción de sugerencias. Cuando podamos vamos a subir una foto de él para que se inspiren, pero es medio tímido y no le gusta que lo andemos persiguiendo con la camarita.

El satélite volvió a funcionar y nos mandó una foto rarísima.


La última vez que revisamos las coordenadas habían sido arregladas para el lado de Asia occidental. Las opciones son 2: o en este tiempo de desperfectos técnicos las fotos fueron sacadas para cualquier lado, o los quilombos en Irak concluyeron de una vez por todas y el refugio formó una especie de escudo de fuerza protector del espacio-tiempo y todas nuestras comunicaciones con el exterior son ilusorias, producto de los gases emanados de las explosiones. Si es así estamos fritos, no nos queda otra que cruzar la PUERTA A LA OTRA DIMENSION.

Manden noticias si pueden, que en Clarín no dicen nada del asunto.

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo entre hipos...

Yo opino que el gato debería llamarse Gatopo.

mié mar 01, 11:16:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo entre hipos...

Llamad al pequeño José, tal como mi hijo predilecto, ya que él nos salvó del hambre en nuestra tierra prometida, y el gato los salvará del desastre en la de ustedes, así ha dicho Yavé, Dios de mi padre, y así será.

vie mar 03, 12:58:00 p. m.  

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