Arena y sol, el mar ya fue, me quedo acá, en mi bunker
Ola, hola!!
¡Cómo les va!
Mal, si están muertos de calor. En cambio para nosotros acá la vita e bella. Fíjense que pensábamos que íbamos a tener que instalar un aire acondicionado, pero resulta que los efectos desagradables del clima (como por ejemplo el calor insoportable que están sufriendo ahí arriba) no afectan a la gente que vive a más de 2 metros bajo tierra. Incluso en una ciudad impredecible como lo es Buenos Aires. Así que nosotros bien, gracias, mejor que en la playa. Sin las multitudes desagradables chorreando transpiración y tirando basura por todos lados, sin la arena molesta metiéndose en los recovecos más incómodos del cuerpo y sin insolarnos ni adquirir cáncer de piel por la larga exposición a los rayos ultravioletas. Lo bueno de la costa lo tenemos acá: mi abuelita nos consiguió un frisbee, y alguien donó una máquina para hacer churros, así que lo único que falta es llenar la bañera y echarle sal.
¡Vieron que se puede vacacionar barato y aca cerquita!
Es más, como andamos medio cortos de efectivo vamos a evaluar la posibilidad de vender paquetes vacacionales en el Bunker. No se, habría que hacer un estudio de mercado para ver si prende la idea.
Desde ya que estamos recibiendo sugerencias.
Gracias a todos por el apoyo incondicional que regularmente nos envían por medio de ondas telepáticas y ¡claro! por mail.
¡Cómo les va!
Mal, si están muertos de calor. En cambio para nosotros acá la vita e bella. Fíjense que pensábamos que íbamos a tener que instalar un aire acondicionado, pero resulta que los efectos desagradables del clima (como por ejemplo el calor insoportable que están sufriendo ahí arriba) no afectan a la gente que vive a más de 2 metros bajo tierra. Incluso en una ciudad impredecible como lo es Buenos Aires. Así que nosotros bien, gracias, mejor que en la playa. Sin las multitudes desagradables chorreando transpiración y tirando basura por todos lados, sin la arena molesta metiéndose en los recovecos más incómodos del cuerpo y sin insolarnos ni adquirir cáncer de piel por la larga exposición a los rayos ultravioletas. Lo bueno de la costa lo tenemos acá: mi abuelita nos consiguió un frisbee, y alguien donó una máquina para hacer churros, así que lo único que falta es llenar la bañera y echarle sal.
¡Vieron que se puede vacacionar barato y aca cerquita!
Es más, como andamos medio cortos de efectivo vamos a evaluar la posibilidad de vender paquetes vacacionales en el Bunker. No se, habría que hacer un estudio de mercado para ver si prende la idea.
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Gracias a todos por el apoyo incondicional que regularmente nos envían por medio de ondas telepáticas y ¡claro! por mail.
1 Comments:
os envio un poco de frescura.
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