Neko

viernes, septiembre 28, 2007

Y puede ser difícil el camino...

Amigos se terminó la espera: Me he decidido a salir. No fue sencillo.
Me costó mucho elegir qué llevar conmigo y qué dejar. Finalmente decidí tomar unas pocas cosillas esenciales y dejar el resto adentro, con la idea de volver a buscarlo.
Entonces, mochila a la espalda y pala en mano, esperé que Nico viniera para acompañarme. Llegó puntualmente, por suerte, y preferimos tomar una salida alternativa a la habitual, para despistar posibles asaltos de medios masivos o de empresarios codiciosos deseosos de comprarme el refugio.
Pasamos un par de horas abriendo el camino, largo tiempo abandonado, que habíamos proyectado poco tiempo después de bajar, aquel histórico día 20 de octubre del 2005. Por momento me pregunto por qué no esperé a cumplir 2 años adentro. Pero ya no tenía sentido.. la vida está afuera, ahora soy consciente. Mi estadía abajo me ha hecho meditar muchas cosas.
Pero no es momento para reflexiones, ustedes quieren saber qué pasó acá, y estoy para contarles.
Cuando encontramos que dábamos con el exterior me subió un escalofrío por la espalda, sentí un nudo en el estómago, un vértigo padre y hasta me desmayé un instante. No nos sorprendamos: casi 2 años sin respirar aire libre, sin ver con mis propios ojos la luz del sol, salvo por las pocas y extrañas salidas a la otra dimensión, de cuya realidad también estoy dudando ahora...
Con unos golpes a la última capa de tierra que nos separaba de ese otro lado se abrió un boquete y vimos con sorpresa el panorama que pongo a continuación:



¡Cuánta no fue nuestra sorpresa! Estábamos en algún lugar de la costa.
Muy bien no entendíamos cómo, pero habíamos llegado -luego lo supimos- a Necochea, de donde nos tuvimos que venir en micro, y estábamos con poca plata encima así que por supuesto que se complicó!! Sin embargo no emprendimos esa odisea sin antes disfrutar un poco del lugar y sacarnos un par de fotos.




Pienso que esta experiencia que acabo de cerrar (aunque todavía no está sellada... capas no sella nunca) me ha dejado muchas cosas adentro que necesitan ser procesadas.
Apenas llegamos a Buens Aires Nico me despidió para volver con su amada esposa La Niña Topo, que lo esperaba en su hogar. Me invitó a quedarme unos días con ellos, pero preferí visitar a mi abuelita, a quien extrañaba mucho. Por suerte la encontré en su casa, como siempre, acompañada por la radio y unos mates calentitos... mmmhh tanto tiempo que no probaba unos buenos.
Ahora no se bién qué paso dar primero. Quizás lo mejor es tomármelo con calma. No es sencillo volver; el mundo todo es un lugar vertiginoso, si me lo parecía cuando decidí separarme, no pueden ustedes darse una idea de lo que siento ahora que salí. Pero era necesario. Me encontraba muy sola.
Lo importante, creo, es que por fin pude dar este paso.




Después no sé qué pasará.

Supongo que les seguiré escribiendo.