Mensaje

Llegó hoy por la tarde el siguiente mensaje de mi abuelita desde la superficie:

M´hija: ya se que me estabas esperando. Me temo que las cosas han estado difíciles para mí. Como habrás sospechado, ya no puedo enviarte víveres. Tuve que vender la colección de discos de tu abuelo (queridos recuerdos tenía con esas canciones inolvidables de Donald) y alquilar sus mejores peluquines, por día. De seguir así en un tiempo quizás hasta considere irme a vivir con vos a ese lugar mugroso, mirá cómo estará de mal el asunto...
No estés enojada conmigo, hice lo que pude. Seguiré enviándote los donativos que me alcancen tus lectores, aunque hace mucho que no recibo ninguno.
Si se te hace muy difícil sobrevivir, quizás tengas que encontrar alguna salida laboral desde donde estás, o incluso hasta salir... ya se, ya se que no te parece viable la idea. Yo no voy a presionarte, pero ya ves, no podés contar con mi ayuda para el futuro.
Solo puedo desearte suerte y decirte que si alguna vez te decidís a salir, espero que me devuelvas todo lo que me debés en concepto de pago por las cosas que te mandaba y el tiempo que me ocupaba de tu aventurita subterránea.
Con amor

Abuelita

Claro que yo ya no contaba con su ayuda. Pero esta carta me dejó helada. Necesito tiempo para meditar. Espero que Don Kace se ocupe de la comida por unos días. Si alguno puede enviarnos un poco de queso y algún matambre, o por lo menos un lindo salamín, le estaremos eternamente agradecidos.




Ah, si alguno quiere leer una gilada que escribió mi Gemela Malvada para una revista de la güeb, vaya a esta dirección y metasé en el sector "Simios".