Poesía Mordaz: la Figura Onomatopéyica

Vamos de paseo
Pi pi pi
En un auto feo
Pi pi pi
Pero no me importa
Pi pi pi
Porque llevo torta...
Pi pi piiiiiiiiiiiiiiii

Asi comienza, amigos, amigas, asociados, nuestra clase de Poesía Mordaz de hoy.
Todos utilizamos recurrentemente la onomatopeya como herramienta ilustrativa para una idea o para generar una impresión extendida, duradera, en el receptor de nuestras expresiónes.
En la Poesía, y particularmente en la Pesía Mordaz, la figura onomatopéyica es un soporte ideal para la exteriorización de emociones sónicas tetrapódicas parapéuticas yámbicas etc etc etc....
Al respecto es fundamental el aporte de un epígono de la cultura poética contémporánea: Juan Carlos Adorno, que dice lo siguiente: "La onomatopeya aporta un sentimento respecto del mundo que filtra hacia el discurso poético lo que pertenece a la corriente social que atraviesa el autor en su tiempo y su lugar. Excediendo el paradigma ideológico del autor, la figura onomatopéyica forma parte de un conjunto de herramientas líricas que inevitablemente deschavan, aún en el más sutil de los garcas, que todo buen literato es un burgués impertinente".
El respondable de la edición dice que no entiende las palabras de J.C.Adorno y que no piensa hacerse cargo de sus comentarios subversivos, pero que bueno, sí, un poco de razón capaz tiene.
Como se nos ha hecho habitual, veremos ahora un ejemplo actual que pertenece formalmente a la llamada corriente mordaz:

Crack!
taza
azul
rebasa
Planck!
la lata
chata
remata
Toing!
la esperanza no se aplaca
se maltrata

(fragmento extraído de "Mordacidad para principiantes", de Pascuato Powell)

En este sublime ejemplo de la Poesía Mordaz vemos de qué manera el autor convierte el sonido en palabra, perturbando el orden normal del acontecimiento lírico, sellando un pacto con la emocionalidad del mesaje, en otras ocasiones oscuramente realizado por medio de adjetivos estrambóticos.
La figura onomatopéyica es un recurso poco utilizado, y sin embargo estamos en condiciones de afirmar que rebosa de potencial y más autores deberían animarse a usarla.

Estamos planeando la apertura de un concurso de poetas mordaces, aún no hay fecha pero ya pueden ir pensando en sus creaciones. Recuerden que la esencia de la mordacidad está en la forma, no en el contenido (Abelardo Shklovsky dixit).
Hasta la próxima.